Para el próximo viernes 10 de junio, el gobierno aprobará la reforma de la negociación colectiva, por la que no pudieron llegar a un acuerdo patronal y sindicatos.
“Será prudente y tranquila” y mantendrá los puntos básicos de acuerdo alcanzados por sindicatos y patronal hasta las pasadas elecciones, pero no las nuevas exigencias presentadas por la CEOE el lunes, 30 de mayo, cuando e rompieron las conversaciones. Así, no incluirá el pacto sobre mutuas, ni hará referencia alguna al modelo de fijación de salarios. Es decir, estamos ante una reforma coyuntural (cambios estéticos) y no estructural (reforma de gran calado), tal como solicita la UE, y el mercado para activar la economía.
España adolece, de muchos problemas estructurales en el ámbito laboral, no se trata de dejar al empleado indefenso, no hay peor injusticia que el desempleo, por lo que todavía no podremos ver una gran aceleración del empleo.
Las reformas que se deben llevar a cabo con urgencia para mejorar la actividad económica son las siguientes:
Reducción del número de modalidades contractuales: actualmente hay unos 40 aproximadamente, se debería reducir a unos siete u ocho modelos de contratos laborales. Hay que incidir en la sencillez y no poner trabas al empresario y al trabajador.
Ajustar salarios a la productividad: ajustar la gestión de ingresos –léase cotizaciones- y costes reales. Mejorar la flexibilidad laboral es uno de los principales objetivos.
Eliminar burocracia, licencias injustificadas y todo el papeleo innecesario: Según el estudio Doing Business del Banco Mundial somos unos de los países con mayor legislación existente sobre licencias municipales. Mucha gente no empieza por la cantidad de trámites que tienen que llevar a cabo y por el tiempo que les lleva, incluso meses. Hay que promover los medios electrónicos, y en definitiva lo que no puede ser es que en España sea más fácil cerrar una empresa que abrirla.
Fórmulas para reducir el absentismo: deberán colaborar Seguridad Social y las mutuas para reducir las ausencias injustificadas.
Que ser autónomo no sea tan caro: los altos costes relacionados con los autónomos han reducido el número de autónomos en España, incluso en la época del boom económico. Por querer hacer negocios y ofrecer tus servicios, ya te están cobrando unos 250€ al mes a los que hay que añadirle gastos de gestoría…, si diesen unas mayores facilidades se reduciría considerablemente la tasa de paro, afloraría la economía sumergida y animaría mucha gente a trabajar por cuenta propia.
Mayor flexibilidad del mercado laboral: contratos laborales ajustados para los primeros momentos de una startup. Una startup en España tiene todo el cuidado del mundo de no contratar muchos empleados porque si las cosas no marchan como se planeó en un principio, puede dar con el fin de la empresa, ya que los costes por despido son muy altos. En EEUU no tienen miedo a contratar porque sabe que en caso de necesitar un ajuste de plantilla lo pueden realizar a bajo coste. En los primeros uno o dos años de vida de una empresa, los costes por despido deberían abaratarse, incluso ahorrándote el coste de la seguridad social. Es una medida que flexibilizaría el mercado laboral, daría un empujón a la contratación y ayudaría a reducir los contratos temporales.
En resumen las medidas que solicitamos no son medidas que no cuestan dinero a la administración, y que incluso pueden ahorrar, recaudar más y generar más empleo. No se trata de que los políticos hagan más departamentos, gasten más y gestionen más. Sino todo lo contrario, deben dejar hacer, que fluya la inversión privada, que flexibilicen el mercado laboral ajustado a las diferentes situaciones económicas, que lo hagan todo más sencillo, que no le quiten dinero a las empresas que acaban de nacer y que dejen que la gente monte sus negocios.
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